Lanzamiento: 22/9/2011 · Género: Estrategia

Orcos, elfos y humanos. Cientos de unidades con las que pelear. Docenas de ciudades que defender o que asediar. Esto es lo que, de manera telegráfica, nos propone Dawn of Fantasy. Estamos ante un juego de estrategia en tiempo real en el que controlamos a las unidades de nuestro ejército. A grandes rasgos, quizá una de las principales fuentes de las que bebe es Total War. Nuestra misión principal será, a menudo, defender urbes o asediarlas.
Y para ello tendremos que gestionar nuestras ciudades de la mejor manera posible. En ellas conseguiremos materiales, tales como madera, oro o piedra, con los que reclutar nuevos pelotones, contratar mercenarios o construir máquinas de guerra. Ellas serán fundamentales para lograr el éxito en las batallas, que en el enfrentamiento directo se resuelven con el clásico piedra, papel y tijera. Sí, puede parecer sencillo, pero aquí los tiempos son fundamentales. De poco sirve una unidad buena contra arqueros si dejamos que estos nos destrocen desde las almenas del castillo. Será fundamental controlar todas las unidades a la vez, de tal manera que, mientras que, por ejemplo, destrozamos una puerta con un ariete, utilicemos las escaleras para introducir tropas por encima de la muralla y así dividir a las defensas del castillo.


En cuanto a las unidades, cada raza tendrá las suyas propias que, aunque compartan cualidades, se distinguirán en ciertos elementos. Por ejemplo, los Orcos cuentan con una unidad pesada muy potente como son los Ogros, que ni elfos ni humanos tienen. Todas las unidades además cuentan con una serie de habilidades a mejorar, que añaden un punto de rol que hace aún más densa la gestión en el juego.

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