Llega la última expansión de Borderlands, justo un año después de haber sido lanzado a la venta, y tras haber cosechado un éxito de ventas y crítica lo suficientemente notable para tratarse de una franquicia nueva.

Cuando Borderlands salió a la venta hace un año, las reacciones fueron dispares. Demasiado alocado para unos, poco profundo para otros, algo tontorrón para algunos más.
Sin embargo, las primeras reacciones se fueron sustituyendo por caras de satisfacción por una gran mayoría. El juego que presentaba Gearbox a través de 2K Games era tremendamente original y divertido. Un juego de acción descacharrante, con personajes alocados, acción frenética, mala baba y todo un arsenal de chistes surrealistas, a la par que macabros.

El sentido homenaje a la caspa del cine estilo Mad Max y subproductos derivados se saldó con muy buenas críticas, buenas ventas y, sobre todo, con una continuidad ininterrumpida en lo que descargas de ampliaciones se refiere. Tras the Zombie Island of Dr. Ned, Mad Moxxi's Underdome Rio y The Secret Armory of General Knoxx nos llega el última capítulo: Claptrap's New Robot Revolution.

Después de acabar el juego original, y sólo tras ver los títulos de crédito finales, podíamos ver una animación en la que, sin venir a cuento, asistíamos a la conversión de un simpático Claptrap (unos robots que nos ayudaban a completar las misiones) en un mortífero Claptrap Ninja Assassin. Un pequeño sketch del que no supimos nunca nada en ninguno de los tres capítulos posteriores. Hasta la fecha...

En este nuevo capítulo tendremos que detener una revolución de robots comandados por el alocado Claptrap Ninja. Por lo tanto, tendremos que enfrentarnos a más de 20 nuevas misiones, nuevos escenarios, nuevos niveles de desarrollo de personaje, nuevas armas y nuevas chaladuras dentro del desértico paraje del planeta Pandora.

Esta nueva entrega de la serie cumple con lo que promete. Tiene sus momentos memorables, su apreciada incongruencia y la mala leche de costumbre. Ofrece grandes dosis de acción y de humor y nuevas horas aprovechando las posibilidades de Borderlands. Ha sido lanzado tanto para Xbox 360, como para PS3 y PC.
Aunque, por regla general, las expansiones no suelan ofrecer más calidad que el original, en este caso podemos darnos por satisfechos, ya que el juego ofrece una nueva historia divertida y, lo que es importante, variada (algo que, por desgracia, no ocurrió en capítulos anteriores, sobre todo en Mad Moxxie).

 Un gran ejemplo de cómo se hace una expansión, o de cómo se deberían hacer. Aunque sea triste el simple hecho de saber que es la última expansión, y que no tendremos más escarceos por Pandora, al menos, hasta que salga un necesario Borderlands 2.

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